viernes, 15 de julio de 2011

Seba...


Esta noche una de mis mascotas está malita, y si a eso le sumas que está mayor... me temo mucho lo peor, solo deseo que el día que le toque, se vaya sin dolor y sin sufrimiento. Si, se que esto no es fútbol pero los porteros también tenemos sentimientos más allá de la portería.

Os voy a contar la historia de Seba, resulta que un día, que no recuerdo cuando fue me llamó mi novia ilusionada y preocupada a la vez, diciéndome que habían encontrado una ratita indefensa y asustada, de color blanco y con un solo ojo rojito, a mi al principio no me gustaba la idea de tener otra ratita porque se pasa mal, viven poco tiempo y se sufre mucho, y con a experiencia de Calixata y Melibea (que vivieron como reinonas) ya creí tener suficiente, pero no fue así, enseguida que la vi me encantó, supe que teníamos que adoptarla y así lo hicimos.

Al principio fue duro por la reacción en casa, pero poco a poco se hizo un huequecito en el corazón de todos, la ratita que le faltaba un ojito, la primera ubicación de Seba fue una jaula donde (en teoría) no podría escapar, y cada dos por tres teníamos que buscarla por toda la casa, bueno mejor dicho por mi habitación... ya que a veces estaba 24 horas sin aparecer y de nuevo volvía a la jaula, como si nada hubiera pasado, otra de sus casitas fue mi escritorio, si como lo leéis, le hicimos un metacrilato con agujeros para que respirara, pero el caso es que es muy lista y se comia los bordes de la mesita, así que tarde o temprano acabaría escapando, pero a de mas lo hacia por la noche, con lo cual yo no podía dormir... y eso duro poco así que por la calle un lunes, paseando a Jacky un coquer hispaniel muy coqueto, nos encontramos un cajón vacío, un cajón enorme, y decidí hacer la casita nueva de Seba ahí, y así lo hice, le prepare una rueda, con un trampolín, junto a un duplex donde el agua lo tenia en el tejado u en la azotea ya que la azotea era una jaula puesta dentro del cajón para que pudiera hacer ejercicio a beber agua, siempre le caia un rulito del wc, o de cocina, también del trabajo de mi novia, el caso, lo devoraba y hacia dentro del duplex otra casita llena de papel, eso también se lo ponía yo, papel le encanta.

Y así a pasado más de dos años, que es la edad límite de una ratita, yo ahora mismo estoy a su lado hasta que me vaya a dormir, y mañana mirare y deseo que se encuentre mejor porque no me gusta verla sufrir, pero pase lo que pase Seva, Cali, Meli, Beny, Yago, Nucca... y todos los que vendrán estarán bien cuidados e intentaremos que su vida sea como la de sus antecesores, que nunca les falte de nada...

P.D.- No te vayas aún Seva...